27.12.14

Mientras, tírate a la vecina.


La sonrisa fotogénica deja de curvarse
sobre el pintalabios que viste
-adiós flor, adiós mar-
mientras la señora de enfrente vuelve a marcarte
-eres suyo, eres suyo, eres suyo-.
Pigmentos con derecho a roce.


La ceguera tiene toda la pornografía encerrada bajo llave,
a los autobuses domados, los primeros asientos son míos,
a la gente apartándose a su alrededor.

La noche que se hace, se viste,
mamá sombra trágame,
se esconde en los apartamentos más recónditos,
tierra sabor puta,
tierra a 30 grados
de alcohol en las venas.

Mamá tierra escóndeme,
y te oculta, te besa, te mima.
Mamá tierra perdóname
y los gusanos te comen, te besan, te extinguen.

Tírate de nuevo a la carretera si tienes ovarios,
sociedad.

2 comentarios:

  1. Muy intenso, con mucha fuerza, me alegro que sea de los primeros textos que leo éste año porque no puedo dejar de sorprenderme.
    Un besito

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    1. Con comentarios como el tuyo me entran muchísimas ganas de seguir escribiendo, me alegro muchísimo de que te guste, de verdad. Espero que los demás textos y libros que leas este año no dejen nunca de sorprenderte. Disfruta lo que leas.
      ¡Besos!

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