A veces me escribo poemas,
los auto-dedico para hacerme sentir algo,
un temblor,
una respiración,
el te quiero que nunca me he dicho.
Te sienta bien, me digo,
esa sonrisa te sienta bien,
y el problema es que aún no me lo creo,
que sigo escarbándome,
adentrándome hondo,
dame cariño,
dame besos y besos y abrazos
y después vuelve a decirme que me bese,
que me bese y no pare en toda la noche,
que hoy me lo merezco,
que esta soy yo
y no debe importarme
no parecer una estrella,
que no soy fugaz,
que he venido para quedarme,
estoy viva
y he venido para amarme.
21.6.16
4.6.16
Yo
A veces estoy aquí, de pie, con un vaso de agua en la mano derecha, y me acobardo. Mis manos tiemblan, mis piernas no saben hacia dónde caminar, y mi mente piensa. Piensa, piensa, piensa. Recuerda porque no puede evitarlo, porque no quiere evitarlo, porque no quiero evitarlo. Entonces callo, se sacude el mundo, un pitido me perfora el cerebro, se resbala el vaso y me rompo en mil pedazos.
A veces tengo miedo.
28.11.15
What if this storm ends?
Qué pasa si tengo tu sonrisa en la recámara,
qué.
Te escudas con cada frase,
en los monumentos que creas a tu paso,
en mí.
Porque yo te creo,
del verbo creer
del sentimiento crear.
Qué pasa si eres la pisada más bonita,
los helados más fríos
y la mirada a quemarropa.
Qué ocurre si te miro
y no quiero encontrarme
en mí misma.
Qué pasa
si nos devuelven la tormenta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)